El uso de historias para el aprendizaje de idiomas crea un entorno mágico donde los estudiantes se sumergen en contextos ricos y variados y adquieren el nuevo idioma de manera natural desarrollando una profunda conexión con éste. Las narraciones proporcionan un entorno rico y motivador que facilita la comprensión y la adquisición de vocabulario y estructuras sin la presión de memorizar reglas gramaticales. Este enfoque hace que el aprendizaje sea muy efectivo, duradero y placentero, fomentando habilidades comunicativas basadas en la adquisición natural del idioma y no en el aprendizaje formal.
Stephen Krashen